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Artículo de Antonio Moreno Ruiz en Gateway Hispanic.

Articulo publicado por D. Antonio Moreno Ruiz en Gateway Hispanic que lleva por titulo "El espíritu de Bernardo de Gálvez como ejemplo para los hispanos del siglo XXI" y que reproducimos para nuestros lectores, reconociendo los derechos a sus propietarios. (Adjuntamos enlace al articulo original al pie de la página).

El espíritu de Bernardo de Gálvez como ejemplo para los hispanos del siglo XXI

-Por Antonio Moreno Ruiz

Los hispanos formamos parte de la historia de los Estados Unidos antes, durante y después de su gestación.

Tenemos muchos ejemplos que así lo acreditan. No obstante, vamos a detenernos en el de Bernardo de Gálvez, ciudadano honorífico de los Estados Unidos a título póstumo y cuya figura está presente en el Capitolio a través de la pintura:

https://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2014/10/09/cuadro-galvez-capitolio-humilde-regalo-28594661.html

Gálvez fue, en muy buena medida, el artífice de la independencia de los Estados Unidos, pues desde su posición como gobernador de la Luisiana española, montó una gran logística para hostigar a los británicos desde el Caribe al Misisipi, sin desdeñar las victoriosas batallas de Pensacola y Mobila.

Bernardo de Gálvez no provenía de la alta nobleza. Ascendió socialmente gracias a sus méritos, lo cual contradice la visión “estática” que desde el siglo XIX, mucha propaganda nos ha impuesto sobre el llamado “Antiguo Régimen”, y más sobre el “Antiguo Régimen hispánico”.

Y concretando en el “Antiguo Régimen Hispánico”, debemos mencionar al rey Carlos III, cuyo lema era “Virtuti et Merito”, esto es, “Virtud y Mérito”, creando así una Orden con su nombre en 1771 para premiar a las personas más destacadas de la Monarquía.

Y era algo que iba por encima de los apellidos más o menos rimbombantes.

Gálvez nació en Macharaviaya, esto es, una aldea del sureste de España. Probablemente, poco o nada haría presagiar que su familia acabaría teniendo tanta vinculación con América, pero así lo fue definiendo el destino.

A saber: Bernardo de Gálvez era sobrino de José de Gálvez, secretario del Despacho de Indias, e hijo de Matías de Gálvez, quien fuera inspector de milicias de la Capitanía General de Guatemala y llegara a ser virrey de la Nueva España.

Así, su vida transcurrió entre lo político y lo militar, uniendo ambas vocaciones desde Europa a América, uniendo las actuales España, México y Estados Unidos.

Tuvo, además, un sentido pragmático del gobierno, pues al igual que reyes de la talla de Felipe V, Fernando VI o Carlos III, quiso afianzar y expandir los territorios hispánicos, sabiendo hacer la guerra o pactar en los momentos adecuados.

Así, junto con otros grandes prohombres hispánicos, contó con el concurso de canarios, andaluces, baleares y cubanos, entre otros, para poblar vastos territorios norteamericanos.

Casado con una criolla de origen francés, supo integrar a ese sector de la población en la Luisiana española, al mismo tiempo que se supo acoger a los acadianos, esto es, los cajun, descendientes de los francoamericanos expulsados por los británicos del Canadá.

En el ejército que hizo la Guerra Angloespañola (como se conoció en el mundo hispánico a la guerra de independencia de los Estados Unidos), unió a gentes de las actuales España, México, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica, Venezuela, Perú; así como a gentes de origen francés, irlandés, amerindio y africano; lo cual expresa muy bien el pintor Augusto Ferrer-Dalmau:

https://augustoferrerdalmau.com/inicio/219-la-marcha-de-galvez-8436575122199.html

Los hispanos somos herederos de todo este calderón humano que es el mejor ejemplo de una historia formidable.

En nuestro bagaje y nuestra identidad radica el primer atlantismo que afirma Occidente a través del Viejo y el Nuevo Mundo, inmortalizando también sus influjos en Asia y África.

Es por ello que las clasificaciones segregacionistas cerriles no cuadran ni con nuestra mentalidad ni con nuestra cultura.

Con todo, volviendo a Gálvez, recordemos que antes de la nombrada Batalla de Pensacola que tan importante fue para la independencia de los Estados Unidos, Gálvez espetó: “El que tenga honor y valor, que me siga. Yo voy por delante para quitarle el miedo”; frase que encarna un espíritu y una filosofía; una forma de ser y de sentir que nos hace únicos y que ha de ayudarnos a superarnos en el día a día.

Porque no en vano, Carlos III le concedió el lema “Yo solo” y el título de conde de Gálvez a un genio político y militar que nos recuerda con emoción la presencia y la identidad hispánicas del país de las barras y las estrellas.

Ante la nueva fase histórica y política en la que entran los Estados Unidos, nuestro deber es estar en primera línea en la vanguardia de la historia, como siempre ha sido en verdad.

Adelantados a nuestro tiempo y cada vez más conocedores y orgullosos de nuestra historia, ¡siempre adelante!

Enlace al articulo original en Gateway Hispanic:

El espíritu de Bernardo de Gálvez como ejemplo para los hispanos del siglo XXI